No podía durar la ilusión. Malena no olvidaba, aún en su felicidad ,que nadie la hubiera escogido nunca y no podía dejar de preguntarse si esa era la primera vez. La duda nunca dejo de torturarla y la parálisis inicial que sufrió por el repentino golpe de suerte, fue dando paso a una duda desasosegante que la laceraba imperceptiblemente al principio, pero implacable hasta borrarle el último atisbo de razón que pudiera quedarle. Malena empezó a hacer evidente su desconfianza. Interrogaba a Nacho como si fuera un criminal convicto. Las más veces le arrinconaba con evidencias que solo eran demostrables en sus quimeras.El mas sutil de los pestañeos al paso de otra mujer , se convertía en otra traición para Malena. Hubiera sido perfecto si se hubiera ido el miedo para siempre, pero él solo era un buen hombre. Incapaz de darse cuenta de lo que podía necesitar la mujer que tenía al lado. Todo hubiera sido inútil, aunque se apercibiera nunca podría darle el amor absoluto, vitalicio e irrevocable que ella precisaba. Decidió esperar, a su lado nunca estaría del todo sola. A lo peor ,si se iba ,se daría cuenta que lo que buscaba desde que tenía entendimiento... No existía, a lo peor confirmaba que no lo encontraría nunca.
Es una reflección muy íntima y se puede sentir la tristeza casi físicamente. Sin embargo, me falta un poco la esperanza, la luz al fin del túnel, un rayo del sol, porque en total la vida es bella, aunque el dolor es parte de ello. Pero si se flirtea demasiado con el dolor, hay el peligro de perder de vista la felicidad, ¿no?
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